
Este verano una amiga me regalo una edición
facsímil de "Con las piedras, con el viento..." de José Hierro. Yo creía que ella me conocía, que sabía de mí, pero creo que hay ciertas cosas que debo haberle ocultado, porque sino no se explica el regalo. Acierta con el autor y con el libro, lo tenía demasiado fácil, pero no acierta con el formato. Es un libro de esos que tienen las hojas sin cortar por la parte de arriba, y creo que mi amiga no sabe de mis escasas habilidades con las manos. (¿No te lo contó mi madre?)
Es decir, que leeré sólo la mitad del libro porque no me atreveré a cortarlo. Y si lo hago me quedo con unas cuantas hojas y con un par de dedos menos seguro.